La Legislatura disolvió Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad, el organismo que regula el juego en la Ciudad, y sus funciones pasaron a la Lotería de la Ciudad Sociedad del Estado (LOTBA SE), creada por ley a fines del año pasado.

La disolución consiguió 46 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones. Desde el 1° de julio pasado los empleados que trabajaban en el Instituto del Juego pasaron a LOTBA, el organismo que explota, controla y administra los juegos de azar.

Horacio Rodríguez Larreta implementó una estricta política con los juegos de azar: "ni un traga monedas más", definieron en el Gobierno. El alcalde porteño decidió el cierre de todos los bingos y aún medita qué sucederá con los dos casinos flotantes que están anclados en Puerto Madero. "Es un tema que por ahora no está en agenda", dijeron desde el Ejecutivo a LPO.

La concesión de los casinos vence en 2019 y no puede ser renovada. Por eso la estatización es una de las posibilidades que contempla el macrismo para mantener las fuentes de trabajo y, sobre todo, los importantes ingresos que recibe la Ciudad y que desde este año ya no comparte con Nación, antiguo socio en el Instituto del Juego.

Con un decreto emitido en marzo de esta año, Rodríguez Larreta había mantenido "ad honorem" al entonces titular del Instituto, Martín García Santillán y a los principales directivos "con carácter transitorio y hasta la disolución efectiva del organismo".

García Santillán ocupa en LOTBA el mismo cargo que tenía en el Instituto del Juego, que tiene como principal función distribuir los $1800 millones por año que generan los juegos de azar en la Ciudad. El 70% de ese monto se utiliza para financiar al Instituto de la Vivienda de la Ciudad, mientras que el 30% restante se distribuye en gastos sociales, de Educación, Salud, desarrollo y hábitat.